Mi primer año en Educación Social: ¿Expectativas vs. Realidad?

Cuando empecé esta carrera, tenía muchas ideas (y mitos) en la cabeza sobre qué era ser educadora social… Ahora, después de varios meses, la realidad me ha puesto los pies en la tierra (y el corazón en el cielo). 

Aquí te cuento cómo ha sido este año estudiando Educación Social

🌈 1. Lo que esperaba (Expectativas)

Es verdad que de alguna manera ya había tenido un primer contacto con la carrera, conozco a gente que la ha hecho y todos hablaban bien de ella. Cierto es que al pensar en el grado universitario creía que era menos dinámico, más teórico y sin contacto con los usuarios hasta cuarto. También llegué con la idea de trabajar con menores y ahora ya no tengo las mismas cosas en mente. Otro tema eran los profesores, las clase y en general la universidad, vemos demasiadas películas americanas a la hora de imaginarnos la universidad.

🤯 2. Lo que encontré (Realidad)

Llegar aquí y que en mitad de una clase una profesora saque una pelota del bolso, pintar árboles que hablen de nuestra psicología y hacer jornadas con nuestros veteranos son cosas que jamás pensé que pasarían. Sobre el colectivo con el que trabajar, aunque sigo sin tener uno fijo en mente, ya no voy cerrada a la idea de los menores (es más, no me importaría hacer las prácticas en una residencia de ancianos). En el tema de compañeros creo que no hemos podido tener más suerte, somos un grupo bastante unido y se nota que tenemos vocación (nos sale solo relacionarnos, unir a personas a nuestras mesas y apoyar a nuestros compis en todo momento). Estando en la asignatura de TIC me veo obligada a hacer un pequeño parón en esta asignatura: Es una asignatura que hay que llevar al día, el blog es un trabajo duro pero satisfactorio de ver lo bonito que queda y merece la pena el esfuerzo.

Ahora sé que ser educadora social no es solo “ayudar a los demás”, sino entender sus realidades, acompañar en los procesos y, sobre todo, aprender constantemente. Me ilusiona pensar todo lo que me queda por descubrir y todo lo que me va a dar esta bonita carrera. Así que sí, la realidad me ha sorprendido… y me ha encantado. A veces las expectativas se quedan cortas frente a lo que de verdad te cambia como persona.