Querido diario del 2050...

 Querido diario: 

El día de hoy ha vuelto a ser largo, como todos últimamente.

Esta mañana, al llegar al centro social donde trabajo desde hace 10 años, revisé mi asistente virtual. Se llama MIC y me ayuda con la organización (realmente esto lo llevo haciendo toda la vida, ayudarme de las apps para no olvidar nada), mi asistente virtual está ahí siempre recordándome detalles sobre cada persona con la que trabajo, cada noche registro los datos de los usuarios y así, con su ayuda, podemos dar una atención más personalizada a cada uno y ayudarles de la mejor manera posible. Al final se ha vuelto como alguien más de nuestra pequeña familia.

Es curioso cómo la tecnología ha avanzado tanto que podría hacer casi todo automáticamente, pero yo sigo prefiriendo tomar mis propias notas, escribir a mano lo que siento después de cada día. Porque la educación social no son solo datos, es contacto, emociones, miradas… Algo que ninguna máquina va a poder sustituir.



A lo que iba (ya sabes que la mitad de las páginas que tienes son mis enredos), hoy he vuelto a estar con Abdil, en su última sesión le dije que volviera a verme y eso ha hecho, es un chico maravilloso. Por culpa del cambio climático y las guerras tuvo que huir de su país. Hoy me ha confesado que no sabe qué hacer con su vida y hemos estado probando esas gafas que nos llegaron hace un par de años (no hay dinero para comprar unas de última generación pero estas siguen yendo genial). Con estas gafas de realidad aumentada ha podido verse en distintos puestos de trabajos y yo he ido anotando sus reacciones con MIC. Los tres juntos hemos llegado a la conclusión de que le gustaría hacer algo relacionado con la salud y nos pusimos manos a la obra a buscar grados medios para él.



 

Más tarde ha llegado Mario, un chico de 17 años que lleva meses en riesgo de exclusión.

La IA que usamos para el seguimiento social me había dado un informe detallado sobre su situación: abandono escolar, conflictos en casa, problemas con la ley… Pero yo sé que él es mucho más que una lista de problemas. En cuanto le vi, supe que necesitaba hablar, así que dejamos de lado las pantallas y nos sentamos en un banco, al aire libre. A veces, lo único que hace falta es que alguien te escuche sin juzgar. 



La tarde fue muy movida, tuve que ir a cubrir a mi compañera en el centro social en una terapia con un grupo de adolescentes migrantes. Gracias a los avances tecnológicos hemos logrado que las lenguas no sean un impedimento para comunicarnos… Todos estuvimos hablando sobre sueños, miedos, lo que han dejado atrás... En un momento, una de las chicas del grupo, Amina, se emocionó al recordar a su madre, solo pude agarrar su mano y decirle que aquí no estaba sola. Ninguna tecnología podría haber hecho eso.




Por la noche, al llegar a casa y hacer lo que faltaba en casa (cenas, recoger, etc), me siento en el sofá a pasar todos los datos recogidos hoy a limpio junto con MIC, ambas estuvimos de acuerdo cuando le dije que la educación social seguía siendo igual que hace 20 años: estar ahí, acompañar, sostener cuando hace falta y celebrar cada pequeño avance que consiguen mis usuarios.

 También lo comenté con mi pareja, porque no sé cómo de avanzada estará la tecnología en 20 años pero siempre hará falta alguien que escuche, que mire más allá de los números y que recuerde que detrás de cada caso hay una persona con una historia.

Así que aunque este trabajo me agote y haya días que me superan soy feliz ejerciéndolo.





Comentarios

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Hola Sara! La idea de haber escrito un diario me ha gustado mucho, es muy bonito y bastante emotivo. Me ha encantado cómo has enseñado que aunque la IA ayuden no hay nada en el mundo que sustituya el conectado humano, de hecho, otra de nuestras compañeras a la que ya le he comentado (Sara Jiménez) ha escrito un relato en el que también le da importancia al contacto humano aunque estemos en el 2050. ¿Crees que en un futuro la tecnología tendrá un papel dominante?
    Un saludo!!🌷💗

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola! Me alegra muchísimo que te haya gustado esta publicación🤍. Respondiendo a tu pregunta te diré que creo que la tecnología nos va a afectar en un futuro, además no muy lejano, pero nuestro trabajo jamás va a poder ejercerlo una máquina. Un educador social pone su corazón en cada caso y eso ningún ordenador lo puede lograr🤍

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares